Hace diez años, el director de la Unesco, su excelencia Federico Mayor, me pidió que escribiese un manual sobre la práctica de la paz y la no violencia. Inmediatamente acepté la tarea. Para mí, escribir este manual era algo fácil de hacer, porque en Plum Village, donde vivo y practico, no hacemos otra cosa que practicar la paz y la no violencia durante todo el año. Somos aproximadamente trescientos monásticos y laicos que vivimos juntos en Plum Village y lo que aprendemos cada día es ser paz y producir paz. Nuestro centro está abierto también a amigos de todo el mundo para venir y practicar y aproximadamente de cinco a diez mil personas llegan cada año para aprender a estar en paz y a practicar la paz y la no violencia. Es por esto que me dispuse a aceptar la tarea de escribir el manual con maestros del Dharma en Plum Village, y terminar esta tarea me tomó casi un año.
Cuando vienen a Plum Village, aprenden cómo respirar de forma tal que la paz, la felicidad y la libertad son posibles; aprenden cómo caminar de forma tal que disfrutan cada paso y que cada paso es refrescante, sanador y nutritivo; aprenden cómo sentarse de forma tal que la paz, la comprensión y la sabiduría son posibles. También aprendemos a desayunar y lavar nuestros platos de una forma que la libertad, la paz, la hermandad, el amor, la comprensión y la alegría son posibles; y esta práctica se vuelve cotidiana.
Hemos ofrecido la práctica de la paz a diferentes tipos de personas, como son niños, estudiantes, padres, maestros de escuela, oficiales de la policía, ecologistas, psicoterapeutas, empresarios y otros. Los niños que llegan a Plum Village practican muy bien y son capaces de ser pacíficos y practicar la paz. Ofrecemos diferentes tipos de retiros dirigidos a diferentes tipos de personas que desean practicar la no violencia y la paz.
Una vez dimos un retiro en los Estados Unidos de América para oficiales de la policía y para personal administrativo de centros correccionales. ¿Pueden imaginarse a esos oficiales de policía realmente practicando la respiración y andando en plena consciencia cuando patrullan las calles?. Esos oficiales de policía hoy son capaces de usar el habla amorosa y la escucha profunda para restaurar la comunicación entre ellos y sus familias. Todos podemos practicar, incluidos los políticos. Ofrecimos un retiro para miembros del Congreso en Washington D.C. y hoy hay congresistas y senadores que practican meditación caminando en Capitol Hill. Saben cómo hacer meditación caminando cuando van de su oficina al lugar donde votan. También hemos ofrecido la práctica a personas que están en prisión y ahora hay prisioneros practicantes disfrutando respirar, sentarse y caminar y de esta forma sufren mucho menos. También entre la gente que viene a nuestros centros de práctica hay muchos maestros de escuela y ellos pueden llevar la práctica a sus salones de clase para ayudar a sus alumnos a sufrir menos.
Propuesta 1: Un Instituto para la paz
A través de los años hemos preparado a más de quinientos maestros del Dharma en los centros de práctica de Plum Village y ellos pueden ofrecer la práctica de paz y no violencia de una forma no sectaria. Si la UNESCO quiere establecer una escuela para la práctica de la paz, podemos ofrecer maestros tanto monásticos como laicos que no reciben ninguna remuneración.
El manual de la paz fue completado hace varios años y publicado como libro por la editorial Riverhead. Hemos agregado un número de anécdotas e historias para hacer su lectura más agradable para nuestros lectores, pero es, esencialmente, un manual para la práctica de la paz y la no violencia. Sabemos que hay violencia en nosotros y que también hay miedo, desesperación e ira. Deberíamos saber cómo reconocer, abrazar y transformar nuestra violencia y enojo. En Plum Village no hablamos solamente de paz y no violencia, tratamos de practicarlas. Cuando seamos capaces de transformar la violencia en nosotros, podremos ayudar a personas que estén cerca nuestro a hacer lo mismo. Podemos ayudar a otras personas a reconocer, abrazar y transformar la violencia y el sufrimiento en ellos; estas son formas muy concretas de práctica.
A lo largo de años hemos estimulado a muchos grupos de palestinos e israelíes a venir a Plum Village y practicar con nosotros. Al principio, siempre es muy difícil para los dos grupos mirarse mutuamente o hablar, porque cada uno tiene mucho miedo, enojo, desesperación, odio y falta de comprensión. Por lo tanto su práctica durante la primera semana es respirar y caminar en plena consciencia, de forma tal que puedan calmarse y reconocer la energía de ira, miedo y violencia en ellos y así poder sentir un cierto alivio. Después de aproximadamente diez días les presentamos la práctica de la escucha profunda y compasiva. En esta práctica, escuchamos con nuestro corazón para permitir a la otra persona expresar lo que hay en su corazón. Hay mucho sufrimiento en la otra persona y puede ser que nunca alguien se haya estado dispuesto a escucharla. Una hora de ser escuchado con el corazón puede dar un gran alivio a la persona. El grupo de israelíes se sientan tranquilos a escuchar a los palestinos y viceversa. Tienes el derecho a decir lo que hay en tu corazón, pero debes usar el tipo de lenguaje que ayude a la persona o al grupo de personas a recibir el mensaje, este tipo de lenguaje se llama habla amorosa. No se espera que discutas, condenes o culpes, pero puedes decir todo lo que necesites con la condición de que uses un habla amorosa.
Practicar y hablar de esta forma puede ayudar a restablecer la comunicación. Cuando escuchas de esta forma, tienes la oportunidad de darte cuenta que las personas que forman el otro grupo han sufrido exactamente lo que tú has sufrido. Sus niños, sus hombres y mujeres han sufrido tremendamente, igual que tu propia gente, que tus niños. Si ves que ellos tienen muchas percepciones erróneas acerca de sí mismos y acerca de tí, puedes decirte que más tarde tendrás tiempo de ayudarlos a corregir sus percepciones ofreciéndoles la información necesaria para hacerlo. Si cuando estás escuchando te das cuenta de que tú también tienes percepciones erróneas, tienes una oportunidad para corregirlas. Es sólo cuando ves al otro como un ser humano que ha sufrido tanto como tú que podrás empezar a mirarlo con los ojos de la compasión. Mirarlo de esta forma te hace sufrir menos a tí y también sufrirá menos él.
Después de la segunda semana de práctica, los dos grupos son capaces de compartir juntos una comida y tomarse de las manos en la meditación caminando. Hemos sido testigos de esta transformación en nuestra comunidad. Antes de retornar a Oriente Medio se presentan como un sólo grupo y nos relatan los frutos de su práctica. Siempre prometen que cuando lleguen a casa organizarán actividades que permita a otros palestinos e israelíes unirse a su práctica y así ellos también sufrirán menos.
Institutos regionales de paz
Les propongo que como líderes religiosos y espirituales establezcan un Instituto para la Práctica de la Paz y la No Violencia en sus propias ciudades, sin importar si son budistas, cristianos, musulmanes o judíos, puesto que enseñar y practicar la paz no es privativo de ninguna religión. Las prácticas en nuestros manuales no son sectarias. Como monjes, sacerdotes, ministros, rabinos o maestros de escuela, estamos en contacto con el principio mismo y si sabemos el arte de hacer y practicar paz, podemos ayudar a nuestra propia comunidad. Es por esto que hoy mi primera propuesta para la UNESCO se refiere a poner en funcionamiento ese Instituto para la Práctica de la Paz y la No Violencia y también a todos ustedes para que piensen en establecer institutos de este tipo donde sea que vivan. De esa forma, padres, maestros, empresarios y hasta los líderes políticos podrán llegar y aprender a practicar la paz.
Sabemos que la UNESCO ha hecho circular el Manifiesto 2000 con sus seis puntos de práctica para la cultura de la paz y la no violencia. Sé también que más de 70 millones de personas han firmado ese Manifiesto, incluídos jefes de estado; pero la mayoría de nosotros, después de haber firmado el Manifiesto, no encontramos la forma de poner los seis puntos en práctica. Es por esto amigos, por lo que quiero llamarlos con carácter de urgente para que se organicen en la práctica a fin de que los seis puntos se hagan realidad.
En la tradición budista, recitamos los cinco preceptos, los diez preceptos o los 250 preceptos cada quince días, y reflexionamos sobre las dos semanas pasadas y nos preguntamos si los practicamos bien o no. También tenemos intercambios para descubrir la mejor forma de practicar los compromisos que hemos asumido. Es muy importante que nos organicemos en comunidades para recitar los seis puntos del Manifiesto y que tratemos de practicarlos en nuestro día a día. El Instituto para la Práctica de la Paz y la No Violencia debería tener el rol de ayuda y sostén de esta práctica.
Propuesta 2: Encuentro en Oriente Medio
La segunda propuesta que quisiera hacer hoy es que la UNESCO sea el auspiciante de un encuentro cumbre para líderes musulmanes, judíos y cristianos en algún lugar de Francia, tal vez en la Abadía de Royaumont. Sé que la violencia en Oriente Medio contiene un elemento religioso y también sé que el Sr. Osama bin Laden cree que el cristianismo y el judaísmo tratan de destruir al Islam como religión y como forma de vida. Por supuesto, la violencia tiene sus raíces en el miedo y en el odio, pero el miedo, el odio y la desesperación nacen de nuestras percepciones erróneas. Si los grupos de palestinos e israelíes que practican en Plum Village pudieron unirse como hermanos y hermanas es porque tuvieron la posibilidad de pasar varias semanas viviendo y practicando juntos en Plum Village. Estoy convencido de que si estos líderes musulmanes, judíos y cristianos pudiesen venir y vivir juntos por al menos veintiún días comiendo juntos, caminando juntos, respirando juntos, escuchándose unos a otros y haciendo todo juntos se ayudarían mutuamente a erradicar muchas percepciones erróneas que están en las bases del odio, del miedo y de la violencia.
Después de este encuentro, llevarían a cabo un llamado para el cese de hostilidades en Oriente Medio. Una película documental holandesa llamada ‘Mi vida es mi mensaje’ cuenta la historia de la práctica de nuestros amigos palestinos e israelíes. Tal vez les gustaría ver dicha película. Parallax Press ha editado un libro basado en los frutos de la práctica en grupos de palestinos e israelíes llamado ‘La paz comienza aquí’.
Propuesta 3: Día mundial sin autos
La tercera y última propuesta que desearía hacer hoy es que la Unesco auspicie un día al mes sin autos. Sabemos que el calentamiento global es de nuestro interés común. Estamos contaminando el mundo. Estamos haciendo sufrir mucho a nuestra madre Tierra. Tenemos que ponernos en acción y es por eso que me gustaría proponer que la UNESCO, nuestro líder en educación, ciencia y cultura pusiera en marcha el “Día sin autos” en todo el planeta.
En Plum Village, donde vivimos, al igual que en el monasterio de Deer Park en los Estados Unidos, hemos adoptado el plan “Un día sin auto” cada semana. Hemos decidido reducir al 50% el consumo de gasolina y el uso de autos y tan sólo una semana después de haber decidido estas acciones, cuatro mil personas asociadas a nosotros se comprometieron a hacer lo mismo. Entonces me gustaría proponer que la UNESCO promoviera esta práctica y que la misma UNESCO como comunidad practicara una vez al mes un día sin autos e hiciera el llamado a practicar un día sin autos en todo el mundo para incrementar la conciencia sobre la situación de nuestro planeta.
Buda significa “el despierto”. El budismo es acerca del despertar y necesitamos un despertar colectivo. La UNESCO debería ser la continuación de Buda y ustedes, mis amigos, deberían ser también la continuación de Buda.
Desde el día que adoptamos la práctica del Día sin autos, tenemos mucha alegría y felicidad porque sabemos que nosotros ya estamos haciendo algo. No queremos ser víctimas de la desesperación y tratamos de ayudar en todo lo que podamos hacer. Nuestro mensaje es, principalmente y antes que nada, un mensaje no verbal: nuestro mensaje es nuestra acción. Es por esto que mi deseo es proponerles a todos ustedes aquí presentes un llamado para practicar un Día sin autos en sus comunidades respectivas. Si no es posible una vez por semana, que sea al menos una vez por mes, de esta forma podremos llamar la atención de la gente sobre la situación de peligro en que se encuentra nuestro planeta.
Estamos tan ocupados en nuestra vida diaria que necesitamos a Buda cada semana, todos los días, para recordarnos vivir de manera que el futuro sea posible para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Creo que no somos muy amorosos con nuestros hijos porque les estamos dejando un planeta profundamente herido.
Es hora de despertar juntos y hacer algo para cambiar la situación. No es sólo por Buda; es por nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos.