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Un baño de compasión
Hace justamente un año, más de 8.000 personas asistimos a la convocatoria del maestro zen Thich Nhat Hanh en Barcelona para extender un rezo unánime por la Paz. Thay y sus monjes nos deleitaron con el canto a Avalokita. Algunos habremos valorado la posibilidad de repetir la experiencia, pero Thay ahora no puede. Su delicada salud lo impide. ¡Fue tan precioso el baño de compasión con que nos deleitó mientras rezaba en el aire con aquel venerable encadenamiento de mudras e invitaciones de la campana! Su cuerpo, su mente y su palabra en perfecta unión, junto a todos nosotros, emitiendo juntos bocanadas de energía por doquier. Transportando su mensaje de paz para todos los seres con el sonido de la campana. Compasión por el sufrimiento, comprensión, plena atención en el momento presente. ¿Habrá servido de algo la energía y el amor de nuestra plegaria? Claro que sí. Las energías siempre generan cambio. No obstante el dolor nos rodea. Personas cercanas que mueren, crueles enfermedades nos acosan, suicidios… Accidentes en masa, miles de inmigrantes perecen al buscar un poco de dignidad, la tierra se rebela e infringe la muerte a los más débiles… Los abusos, la mentira y la perversión

Los fundamentos de una ética global
Ayer hablamos sobre volver al momento presente. Hay algunos que dicen: «Sé que el momento presente es muy aburrido». Estas personas están acostumbradas a estar en el pasado, a estar atrapadas por el pasado, a vivir en un mundo de recuerdos. O sueñan con el futuro, esperando cosas que pueden ocurrir. No han estado realmente en el momento presente. Cuando dicen: «Sí, conozco el momento presente y es aburrido», significa que nunca han estado realmente en el momento presente. ¿Por qué? Porque no tienen esa costumbre. Están acostumbrados a vivir en el pasado y consideran al pasado su hogar. Siempre se deslizan hacia el pasado y se preocupan de asuntos del pasado. Temen lo que temían en el pasado, etcétera. Tienen la impresión de que el pasado es su hogar. Están habituados a él, se siente más a gusto en el pasado. Pero el presente es la vida, es un mundo por descubrir. Tu cuerpo está ahí, en el momento presente. Tu vida está ahí, en el momento presente. Y el mundo está ahí, en el momento presente. Por eso es tan importante regresar al momento presente, para vivir realmente nuestra vida. Cuando oímos el sonido de la campana sabemos
Ya no huyo más
Thay ha recibido recientemente esta hermosa y conmovedora carta de uno de sus estudiantes en Irlanda. Con permiso del autor, Thay nos pidió que lo pusiéramos en la web para que pudiera leerla toda la comunidad. EIRE (Irlanda) 04/02/2014 Querido Thay: Hace poco más de ocho años, tal vez diez, solía conducir después del trabajo hasta las montañas de Dublín noche sí noche no y aparcaba al borde del acantilado. Liaba y fumaba un porro tras otro y lloraba y lloraba y lloraba. Me gustaba conducir el automóvil hasta el borde del precipicio y tratar de reunir el valor para no parar y poner allí fin a mi vida. Era un lugar muy hermoso. Las montañas descienden a los lados hasta un bello y verde valle atravesado por un hermoso río. Un bello lugar para morir, pero no fui capaz de hacerlo. Lloraba durante casi todo el camino a casa y me iba a la cama. La mañana siguiente y cada mañana siguiente me llevaban a la tortura de otro día, y luego llegaba el fin de semana y yo iba y bebía y bebía y bebía, luego fumaba porro tras porro tras porro. Todo para agostar y apagar el

La segunda conferencia de Thich Nhat Hanh en las Jornadas internacionales de “Mindfulness” en educación
Despertándome esta mañana sonrío. Inspiro y sonrío. En realidad dispongo de veinticuatro horas nuevas para vivir. Es mucho. Hago el voto de vivir esas veinticuatro horas nuevas de forma profunda. No voy a consentir que la ira, los celos… me impidan vivir plenamente todas esas horas. Voy a vivir estas veinticuatro horas viendo a todos los seres que me encuentre con ojos de compasión. Más tarde, mientras cepillas los dientes puedes igualmente ser feliz. Puedes por ejemplo apreciar el agua y mismamente ese tiempo que te das para limpiarse los dientes. Agradeces el agua que llega hasta a ti por la tubería desde la cima de la montaña o lo profundo de la tierra. En el más simple acto puedes imprimir conciencia. Hasta para el acto de sentarse hay un verso que puede recitar el novicio: “Me siento aquí como Áquel que se sentó delante del árbol del Body, me siento como un Buda. Me siento como una persona libre.” Así hay hasta cinquenta versos como estos de forma que el novicio pueda imprimir plena conciencia en cada momento del día. Permiten mejorar la calidad de la presencia durante la vida cotidiana. Hemos inventado incluso un verso para andar

La primera conferencia de las Jornadas internacionales de “Mindfulness” en educación.
En la imagen, el aforo del paraninfo de la Universidad Central de Barcelona durante la conferencia. Ser feliz es un hábito. Hemos de desarrollar el hábito de ser paz y felicidad. Si llevamos nuestra atención a la respiración algo grande acontece. Tu mente se libera de cualquier otra cosa, como los remordimientos y las cosas del pasado. Al mismo tiempo, soltamos nuestro miedo y nuestra incertidumbre hacia el futuro. Unos segundos pueden ser suficientes para proporcionarnos libertad con respecto al pasado y el futuro. Inspirar puede ser algo agradable, placentero. La energía de la plena conciencia nace en el momento en que inspiras. La respiración nos ayuda a mantenernos en el momento presente. Sólo necesitas unos segundos para devolver la mente a tu cuerpo. La alegría y la paz están disponibles en el momento presente. No estás perdido en el pasado, ni en el futuro. Al regresar tu mente a tu cuerpo, entras en contacto con las maravillas de la vida que están ahí. Quienes estamos acostumbrados estos ejercicios, sabemos que cuando respiramos, entramos en plena conciencia. Nuestro cuerpo es una maravilla. Si notas que tienes tensión, puedes ayudar a relajar tu cuerpo con la respiración. Esta es un

Felices Pascuas
“Se necesita entrenamiento para amar correctamente; y para ser capaz de dar felicidad y alegría, debes practicar la mirada profunda dirigida hacia la persona que amas. Porque si no comprendes a esta persona, no puedes amar correctamente. La comprensión es la esencia del amor. Si no puedes comprender, no puedes amar. Éste es el mensaje del Buda.” – Thich Nhat Hanh HAY ALGO ESPECIAL EN TI Lo veo en tu miradaLo capto en tu intenciónLo entiendo en tus explicacionesLo escucho en tu vozLo comparto en tus emocionesLo acompaño en tu caminarLo abrazo en tu sentirLo leo en tus semillasLo oigo en tu silencio Sólo tengo que detener mis inercias y poner un poquito de atención.Observar que hay de especial en ti.No quiero perderme las maravillas que me rodean.Quiero aprender a reconocer a todos los seres especiales que están presentes en mi vida. Sé, que solo tengo que observar y reconocer que hay en ti.Sé, que solo tengo que observar y reconocer que hay en todo lo que me rodea.Nada es ni bonito ni feo.Simplemente especial. A todos nos ha costado mucho llegar dónde estamos. Ser lo que somos.Han sido infinitas condiciones las que se han dado para que todo esto