Vivir con la perspectiva del interser es esencial a la hora de caminar por el sendero de la práctica del Dharma.
Esta perspectiva define una forma de ver y se convierte en el marco donde sucede tu experiencia y donde se manifiesta la interconexión con todos los demás seres y con la vida misma.
Es en el sutra de “La puesta en movimiento de la rueda del Dharma” (SN 56:11), considerado como el primer sermón del Buda, donde se enuncian las bases fundamentales de la práctica del Dharma y de su enseñanza.
El sutra comienza exponiendo las posiciones extremas, calificándolas como callejones sin salida y decantándose por el camino medio. Esta forma de enfocar la mirada como camino medio expresa cómo evitar tener visiones y creencias absolutas porque no tienen salida, no permiten ver los matices ni las excepciones, haciéndote creer que estás en posesión de la verdad. El Buda afirma que recorrer el sendero del camino medio es practicar el óctuple sendero, definido como la cuarta noble verdad. Después enumera las cuatro nobles verdades como acciones a realizar,
1ª Comprender el sufrimiento para abrazar la vida tal y como es,
2ª Soltar lo que surge en nuestro interior como reacción a experimentar eso que nos hace sufrir. Paralelamente, comprender qué alimenta nuestro sufrimiento y dejar de alimentarlo.
3ª Experimentar el bienestar y habitar el espacio de Nirvana creado al soltar la reactividad.
4ª Practicar el óctuple sendero, que son ocho aspectos de una vida centrada y ética: Visión apropiada, pensamiento apropiado, habla apropiada, acción apropiada, modo de vida apropiado, la diligencia apropiada, la atención y la concentración apropiadas.
Al oír este sermón, uno de los cinco monjes que le escuchaba, Kodañña, obtiene una comprensión profunda y hace una declaración sucinta de la enseñanza: “Todo cuanto posee la naturaleza del nacimiento, posee la naturaleza de la extinción”. De esta forma, tan clara y sencilla, define lo que se llama el “surgimiento condicionado”.
Todo surge a partir de unas condiciones, necesita que algunas condiciones estén presentes y otras estén ausentes. Esto es otra forma de expresar lo que Thay define como interser: cualquier fenómeno, sea físico o mental, para manifestarse (ser) necesita que otros fenómenos existan (estén manifestados) y estos serán las condiciones necesarias para que otros fenómenos sean (se manifiesten). Generándose así una red de surgimientos y cesaciones ininterrumpida.
Comprendiendo esto y mirando el mundo bajo este prisma, la experiencia de ver algo como existente es verlo como el efecto de la existencia de otros seres y al mismo tiempo ser la causa para que otros seres existan, de esta forma todo inter-existe o inter-es.