Muy recientemente, a principios de este mes de mayo (2021), tuvo lugar la ordenación de más de ciento veinte nuevos miembros de la Orden del Interser, sin contar con la de un buen número de monjes quienes participaron en directo de la ceremonia de transmisión. No así los laicos, que recibieron la transmisión de los catorce entrenamientos de la Orden del Interser, vía online. Entre los hermanos y hermanas laicos que recibieron la transmisión había un numeroso grupo español, con cerca de una veintena entre ellos y ellas.
La ceremonia se celebró en Plum Village y fue retransmitida entre otros países a Australia, Francia, España, Irlanda, Japón, Corea, Colombia, Ecuador y Chile lugares de donde provenían los ordenandos.
En España nos organizamos de tal manera que, si era posible, se unieran los ordenandos que vivieran cerca junto a sus mentores y algunos miembros de las sanghas (siguiendo, evidentemente, las normas sanitarias vigentes). Al final de la ceremonia nos conectamos exclusivamente los españoles para compartir un rato de alegría y entregar la “chaqueta marrón” previamente enviada por correo a cada persona que recibió la Transmisión, como último ritual de entrada en nuestra Orden del Interser, que va creciendo con nuevos aspirantes a un ritmo galopante.
Como ya explicaron en la sangha online dominical el día que les tocó el turno a los miembros de la OI, la chaqueta marrón es un distintivo de humildad. Su color y su forma las heredamos de los campesinos pobres de Vietnam. Ese es su atuendo tradicional, el mismo que escogió Thich Nhat Hanh para que recordáramos siempre el valor de la humildad y del servicio a los demás. Ser miembro de la Orden del Interser no tiene nada de privilegio si no es en el sentido de estar disponibles para la sangha y para la totalidad de los seres.